Homenaje a César Calvo
Librería Sur
Miércoles 4 de Septiembre del 2024.
Quiero
iniciar agradeciendo a Víctor Ruiz y a Robert Baca por invitarme a compartir
esta conversación. Ambos saben que “Las Tres Mitades de Ino Moxo y otros Brujos
de la Amazonía” es una queridísima novela para mí. Estoy muy contenta que
estemos reunidos hoy para celebrar esta nueva edición, que actualiza la novela
en el presente y la hace más cercana a su primera concepción entre finales de
los setenta e inicios de los ochenta.
Considero importante destacar esta clara intención de “respetar el espíritu del libro” como se menciona en la nota del Editor. Así podemos acercarnos con mayor precisión al proyecto original, desde el rescate de los elementos propios de la visualidad que buscaba desplegar César Calvo Soriano, y que desarrolló en colaboración con artistas y fotógrafos. Asimismo, esta nueva edición cuenta con un texto que como propone, su autor, Robert Baca, no debemos leer como un prólogo o un ensayo sino como “un halo de vida que seguimos compartiendo”, como una de esas “ideas que habitan el aire” y que actualizan las posibles lecturas de la novela y la presentan como un amplio territorio para los debates actuales. Especialmente si pensamos en el modo en que desde el texto de Calvo se abordan los vínculos entre los humanos, su entorno y los seres vivos y no vivos, como una amplia constelación, como un bosque de ideas.
Mi relación con esta novela es intensa. “Las Tres Mitades de Ino Moxo y otros Brujos de la Amazonía” y yo tenemos la misma edad. Me ha acompañado en alegrías, despedidas y sus palabras han proyectado y consolidado grandes amistades que conservo hasta hoy. Guardé la última página de la novela para terminarla de leer en mi primer viaje a Pucallpa, durante el aterrizaje. Me hospedé en el Hotel Tariri, tantas veces mencionado en la novela y mi primera visita fue a casa de Yando Ríos, uno de los artistas que es personaje dentro de la novela a conversar sobre “Las Tres Mitades de Ino Moxo”.
Cada vez que puede reaparece en mi vida cotidiana, con algún tema nuevo para pensar o con un detalle que no había tenido en cuenta previamente. Por ejemplo, en los últimos meses he estado trabajando sobre las relaciones entre las artes visuales contemporáneas y los diseños del Kené, los patrones del pueblo amazónico Shipibo-konibo y, también, en la novela encontré una reflexión y una definición sobre estos diseños.
A partir de una pintura que decora las paredes del Hotel Tariri los personajes diferencian a quien puede ver estos trazos como adornos, rayas bonitas, de los propios miembros de la Comunidad Shipibo-konibo que en la narrativa de la novela retratan al ánima de algún pariente en sus diseños pues son “Retratistas de Almas”.
Don Javier Dávila Durand.
En palabras de Don Javier: “Mira el dibujo de esta pared, ¿bonito?, para tus ojos seguramente no es otra cosa que un dibujo bonito. Yo lo observo sabiendo ya lo que es y lo que ha sido, sabiendo que cada línea que baja o se detiene expresa una relación, una vinculación irrevocable con la conducta y con los sentimientos, víveres o flaquezas particulares del alma de alguien. Hay un hilo invisible, pues, que se puede llegar a mirar, que se aprende y que no se ve con los ojos del cuerpo material. Yo contemplo esta pared pintada y en realidad no estoy contemplando una pared pintada. ¡Ahí está nítida la cara del ánima de un hombre! ¡Ahí están las facciones de su alma, claritas…!
“Las Tres Mitades de Ino Moxo” es un libro que es un compañero de vida y de aprendizajes y, además, es un libro desde el que se despliegan redes de diálogo y de trabajo con diversos artistas. “Las Tres Mitades de Ino Moxo” es un libro que lee a otros libros como “La Sal de los Cerros” de Stefano Varese.
Es un libro que contempla paisajes y evoca a quien los pinta. Como en la escena del encuentro del protagonista con un cuadro, una imagen, que ya conocía de memoria, pintado por César Calvo de Araújo varios años antes, con sus mismas luces y colores.
“Las Tres Mitades de Ino Moxo” es un libro que experimenta diversas obras de arte, las recuerda y las despliega en ese aire compartido, así ve las esculturas de Agustín Rivas y escucha la música del Juglar de la Selva, el Monstruo de la Canción, Raúl Vásquez.
Crear y existir es un proceso colectivo, es un proceso compartido entre muchos seres. César Calvo Soriano escribió la novela en parte en la casa de Chaclacayo de sus grandes amigos Francesco Mariotti y María Luy. Entre historias de ollas quemadas, bomberos de Chaclacayo y continuas correcciones al manuscrito original, terminó por tomar forma la novela.
Asimismo, Mariotti participó del proceso de creación de los materiales visuales que son parte de la novela: una serie de seis grabados.
Así describe el artista el proceso de creación de esta serie: “Yo nunca había hecho algo así, no es mi escritura, pero sí fue como una alucinación. Yo estaba solo [...] me había traído [a Suiza] el texto de César y en la medida que lo iba leyendo, realmente tenía sueños, como alucinaciones en la noche. Ahí es que nacen esos dibujos, solo en blanco y negro [...] Me salían así, no hacía tantos bocetos, me salían como una cosa extraña, rarísima”.
En una carta enviada por Calvo Soriano a Mariotti el 18 de Mayo de 1981, se dirige a su amigo como “mi querido Ayúmpari”, hermanos unidos por un vínculo sagrado, y se refiere a la novela como “nuestro libro” reafirmando el modo en que lo entendían como una creación compartida. La carátula de la primera edición de la novela es un trabajo de diseño también desarrollado en conjunto entre Calvo Soriano y Mariotti. El primero hizo el dibujo preliminar y le pidió a Mariotti imprimirlo en una serigrafía. Ellos decidieron entonces hacer la impresión no sobre un papel sino sobre una corteza natural. La novela incluye también una serie de fotografías entre las que destacan las del fotógrafo amazónico Augusto Falconi, quien logra un retrato de Ino Moxo, junto a un César Calvo Soriano fundido en medio de las hojas y formas del bosque.
La novela, en los últimos veinte años, ha sido además un referente muy importante para los artistas que han generado sus proyectos desde el contexto amazónico. Se trata, sin lugar a duda, de una de las novelas que más ha influenciado en los procesos creativos de las artes visuales peruanas contemporáneas. Muchas propuestas en soportes muy diversos, desde la pintura, escultura, hasta la instalación y el audiovisual se han creado como intervenciones, reinterpretaciones y actualizaciones de los discursos desplegados en la novela, como ideas que habitan el aire y que como ánima nos nutren y nos dan aliento. Así, esta novela ha nutrido las propuestas creativas de un amplio grupo de artistas que han propuesto cuestionar las narrativas históricas y los estereotipos impuestos sobre la región, y hacer visibles las situaciones de violencia y destrucción constante de ecosistemas que ocurren en el contexto del bosque amazónico.
Asimismo tomando las palabras del Maestro Don Hildebrando Ríos, “Las Tres Mitades de Ino Moxo y otros Brujos de la Amazonía” es una novela que pone en movimiento potencias y desencadena otras fuerzas, otras palabras en el aire sin conocer el término.
Gracias a esta nueva edición esta queridísima novela podrá seguir haciéndolo para las nuevas generaciones, hasta ese momento en que como explica Ino Moxo :
“Todo, con el tiempo, volverá a ser de todos. Podremos existir en nuestra vida y a la vez en la vida de todas las personas que antaño fueron cosas, y en la vida de las cosas que habrán de ser personas”.